El futuro de internet y la Web3
Con el objetivo de restaurar la descentralización de los primeros días de Internet, la Web3 buscará reducir la dependencia de los usuarios de las grandes empresas de tecnología, devolverles el control de sus datos y hacer que la web sea más segura, libre de delitos cibernéticos e interrupciones generalizadas del servicio.
Actualmente, los usuarios dependen de los gigantes tecnológicos y sus plataformas. Los servidores que centralizan los datos de todos pertenecen en su mayoría a empresas como Amazon, Microsoft y Google. Esto no solo genera problemas de privacidad, sino que también deja el sistema vulnerable y los defensores de la Web3 quieren acabar con esto.
Evolución de la web
La Web tal y como la conocemos hoy en día, es bastante diferente de lo que se imaginó originalmente. Para comprender mejor el término Web3 y cuál será su impacto en el futuro de internet es necesario conocer sus orígenes.
La Web 1.0: esta primera versión de Internet, ahora conocida como «Web 1.0», tuvo lugar entre 1990 y 2004 y consistía principalmente en sitios web estáticos propiedad de empresas con poca interacción entre los usuarios; los individuos rara vez producían contenido. Esto llevó a que se llamara una red de solo lectura.
La Web 2.0: cuando surgió, en lugar de proporcionar contenido a los usuarios, comenzaron a proporcionar plataformas para compartir contenido generado por el usuario y participar en interacciones de usuario a usuario. A medida que más y más personas se conectan en línea, algunas empresas comienzan a controlar una cantidad desproporcionada de tráfico web y el valor generado. La Web 2.0 también ha dado lugar a nuevos métodos para obtener ingresos a través de publicidad; si bien los usuarios pueden crear contenido, muchos de estos no lo poseen ni se benefician de su monetización.
¿Qué se espera de la Web3?
Aunque no hay una definición exacta de la Web3 podemos resaltar algunas de las acciones que nos permitirá realizar en el futuro, según sus defensores.
- Un espacio centralizado: la Web3 plantea volver a la esencia del internet democrático, es decir, que el usuario vuelva a estar en el centro y tome el control de su propia identidad digital, pero dotándolo de desarrollos más inmersivos y humanizados.
Los expertos en el tema destacan que con la Web3 todo se trasladaría a nuestros ‘wallets’ personales y anónimos, incluso que nos permitirá viajar a través del metaverso manteniendo nuestra identidad digital intacta entre los distintos espacios virtuales. - Finanzas descentralizadas: con esta nueva versión de internet, se espera que se produzca una extensión de la descentralización mediante contratos inteligentes almacenados en ‘blockchain’.
En este sentido, Carlos Torres Vila, presidente de BBVA en España, explica “que cualquier persona a cualquier escala podrá participar tanto para usar como ofrecer servicios financieros, sin más intermediario que un programa informático”. - Internet seguro: con la Web3 se pretende mejorar la construcción de internet para hacerlo un espacio más seguro. Por ejemplo se eliminaría el ‘phising’ (suplantación de identidad), o se reduciría la necesidad de usar contraseñas para cada servicio. Se desarrollarían aplicaciones que sigan funcionando sin conexión a internet o evitar la caída generalizada de sistema debido al fallo en una única infraestructura.
En conclusión, la Web3 es un mundo nuevo en pleno desarrollo y de momento no hay probabilidades de que reemplace a la Web 2.0.